Esta mañana comenzaba el día leyendo el post de una amiga en donde rezaba: «Hazte un favor: Se feliz. No con nadie, sino contigo. Valora tu compañía. Un día entenderás que la ausencia de uno mismo es terrible.
“… La ausencia de uno mismo es terrible.”
Pero ¿qué es exactamente la ausencia de uno mismo? ¿cómo podemos tener ausencia de nosotros mismos? Y me he quedado dándole vueltas a esta aparente paradoja, para al final llegar a la conclusión de cuán fácil es tener ausencia de uno mismo y cuánto daño nos infringe dicha ausencia.
Cuántos momentos al cabo de un día, de esos normalitos que acontecen en la vida de cada uno, de esos en los que te levantas, te aseas, paseas con ese amigo peludito que acompaña tus días, desayunas, vas a trabajar, etc etc etc… tienes ausencia de ti. Al final esa ausencia de ti hace que pases por la vida como un autómata y los años te engullen, te engullen y no has vivido. Porque la ausencia de ti son todos aquellos instantes en que distraído vas con la mente revoloteando de un lugar a otro, inventando historias acerca de aquello que igual acontece en algún momento, inventando interpretaciones de hechos que ya ocurrieron, un pasado en el que seguramente tampoco estuviste «presente» y que por tanto, tampoco viviste.
Sí, la ausencia de uno mismo es terrible.
Aprende a estar contigo. Vive con consciencia, con presencia cada instante de tu existencia. Zambúllete de lleno con la vida ¿Acaso podrás volver a disfrutar de la fragancia de esa flor? ¿Acaso podrás volver a sentir el abrazo de tu hijo, el abrazo de ese amigo? ¿Acaso podrás volver ver a esa luna saliendo en el firmamento? No, en este juego que es la existencia, cada momento es en verdad único y es irrepetible… y nos los estamos perdiendo, empeñados en ignorarlos, en menospreciarlos, prisioneros de una mente que imagina pero no vive, que fantasea pero no siente… y al final hemos pasado por la vida con la mochila vacía de recuerdos, sin saber si quiera qué somos ni que hacemos aquí. Fragmentando cada vez más lo que imaginamos ser y alejando a cada momento la posibilidad de manifestar la esencia de lo que realmente somos.
Vive, sumérgete en cada instante, experimenta desde el corazón. Y así no tendrás nunca ausencia de ti. Serás felicidad, porque tu vida será plena, plena de instantes vividos, plena al fin de ti.
Excelente reflexión. Yo suelo vivir bastante ausente de mi y doy fé de que, como dice el artículo, es terrible.
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Ya sabes Cristina. Si ya sabes que es terrible estar ausente de ti, enhorabuena porque has dado el paso más difícil de todos. Te has dado cuenta. Ahora, debes de recordar también que tienes en tu mano las herramientas para poder hacerlo. Sólo es necesaria la constancia y la voluntad y poco a poco tu vida se irá llenando de momentos plenos, plenos de ti.
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Que realidad más contundente y aún intentándolo, día a día, el mundo exterior, la sociedad y las ficticias necesidades de todo tipo nos engullen de vez en cuando. Aún así, merece la pena estar y ser consciente de uno mismo y hacer ese esfuerzo.
Es una reflexión realmente maravillosa.
Gracias por recordármelo
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Lo maravilloso Lourdes es que tenemos todo al alcance, basta con parar, ser consciente y vivirlo desde el corazón.
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Simplemente sentirte…
Gracias Isa.
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Eso es Duende, en el corazón radica la diferencia ¿verdad?
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