JUGANDO A VIVIR

jugando con agua

No hay nadie que te conozca mejor, no hay nadie que te quiera mas…

Con cada nube que llegue a tu cielo y nuble el sol que te ilumina trata de evitar los atajos  porque éstos sólo te devolverán al falso estado de equilibrio. Porque ese equilibrio donde crees que la paz existe y convive contigo, ese centro no es una meta que alcanzar. Porque si lo fuera, valdría cualquier forma de llegar a él… y no es así. No lo es al menos para mí.

Se valiente y abraza cada nube que llega porque si eres capaz de permear cada gota de agua que vierta, éstas vendrás cargadas de enseñanzas que te mostrarán la maravilla que hay en tu interior.

A medida que vamos adquiriendo consciencia de nuestro recorrido y a medida que ésta va creciendo, va cambiando (a mi al menos así me ha ocurrido) la manera en que actuamos ante esas nubes que llegan.

El primero de los procesos es entender que las nubes siempre van a venir y que de la misma forma que lo hacen, también se van a marchar. Aceptar ese primer punto, aceptar la impermanencia de ese dolor ya es importante pero no  es suficiente con quedarse ahí, porque si te quedas ahí, si no profundizas un poco mas, si no das el siguiente paso te quedarás a medias y vivirás a merced del sufrimiento que genera en ti, sabiendo que pasará, sí, es cierto pero sufriendo de nuevo con cada nube que llega… y a veces, la vorágine de la vida hace que las nubes vengan y desaparezcan tan rápido que te ves a ti mismo metido en una montaña rusa, tan pronto arriba como abajo… y os aseguro que yo tengo un montón de vértigo!

De momento sé, de momento he aprendido que se puede dar un paso mas. No basta con aceptar que la nube llega, sino que hay que abrirse para entender qué es lo que hace que esa nube sea negra en mi horizonte o qué es lo que hace que esa nube sea blanca. Abrázala, acéptala, entiende qué parte de ti remueve y por qué lo hace, busca qué es lo que se tambalea dentro de ti y con mucha suavidad, con mucho amor hacia ti mismo entiende que no eres más que un aprendiz de sabio que está asistiendo a unas clases donde tomar una lecciones. Permítete llorar si es necesario, acepta lo que crees que te limita y al aceptarlo entenderás que esa limitación está en tu mente, porque es tu mente la que no admite que sólo estás viviendo una experiencia humana, que esto no es más que un juego. Porque los niños aprenden jugando, experimentando, empapándose de la vida, cayéndose y levantándose… y no en aburridas aulas, escuchando a aburridos maestros contándoles aburridas historias. La vida es igual, la vida es un juego en donde aprender… y solo se aprende jugando, pero para jugar hay que mojarse y para mojarse hay que caerse. No puedes aprender a levantarte si antes no te has caído.

Y cuando empieces a aprender, entonces empezarás a vivir, ahora sí, desde el estado de centramiento, desde el equilibrio y la paz estando ahí las nubes seguirán llegando pero apenas si nublarán el sol que te ilumina. Y dejarás de verlas como nubes para verlas como lo que realmente son… invitaciones que el universo te hace para jugar, para recordarte que formas parte de él, que eres él.  Porque ahora empezarás a equilibrar tu vibración con la vibración del AMOR.

Un comentario en “JUGANDO A VIVIR

  1. Pedro A. Delgado M. (@padelmed)

    «De momento sé, de momento he aprendido que se puede dar un paso mas. No basta con aceptar que la nube llega, sino que hay que abrirse para entender qué es lo que hace que esa nube sea negra en mi horizonte o qué es lo que hace que esa nube sea blanca. Abrázala, acéptala, entiende qué parte de ti remueve y por qué lo hace, busca qué es lo que se tambalea dentro de ti y con mucha suavidad, con mucho amor hacia ti mismo entiende que no eres más que un aprendiz de sabio que está asistiendo a unas clases donde tomar unas lecciones.» … Sin más que decir, solo Gracias…

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario