Hay un espacio en tu interior desde donde todo se abarca y lo hace de forma diferente. Porque desde ahí el mundo no es sólo el mundo e incluso tú dejas de ser tú. Desde ahí entiendes (con el corazón que es como se entienden las cosas) que lo que te rodea no está puesto por azar sino que cada matojo, cada arbusto, cada roca conforman un paisaje sagrado en el que te integras porque eres parte de él. Y la naturaleza de esa existencia compone una sinfonía perfecta en donde todo danza en armonía. Y vibras al ritmo de los árboles y sientes la vida que emana de todo a tu alrededor.
El corazón se expande sintiendo la energía de la existencia y la mente ya no es quien manda, porque hay otro espacio desde el que se puede experimentar el juego de la ilusión pero ahora sin juicio ni expectativa.
Y no importa que lo que ocurra sea o no de tu agrado porque simplemente vives y experimentas la vida como lo que es en realidad, una ocasión única y elegida para aprender… cada uno una lección. Y la sinfonía que suena de fondo ya no daña tus oídos porque formas parte de ese espacio en el que la música nace y eres la consciencia que la experimenta.
Hola cielo, me ha encantado descubrir tu rincon ❤
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